lunes, 6 de julio de 2020

OBSERVANTE DE ROCÍO CERÓN


 

 

 

Incendia la caída de las hojas las palmas de la mano. Sol sobre sol a costado de cuerpos. A la lejanía las voces del recuerdo, la tiranía de lo resplandeciente. Cierto tufo de manantiales y tierra entre pulgar e índice. Mandarinas y hojas de parra colocadas en la mente del observante sobre un cuadrado infinito ya dibujado antes por Beckett. Pasos. El silencio es sólo un continuum de murmullos desdibujados por el golpe de pelota en el muro. La madera o las palmas. O la instintiva forma de mantener orden y luz bajo mirada.

 

 

 

Rocío Cerón

Observante

 

Ediciones Liliputienses


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