Los
culpables
Si
alguna vez
un
crimen sucede cerca de casa
quiero
dejar de
ser
pobre y fea
ganarme
la vida con
oficios
de servir componer cuidar limpiar
tener
mucho que perder como
para
declararme culpable por unos pesos
tener ahorros
y algo de fama
que
alcancen para convertirme en héroe
matar
en defensa propia
linchar
en nombre del bien
contar
la anécdota:
“tuve
miedo pero estoy viva”.
Huellas
digitales y antecedentes penales
para
entrar a trabajar.
En el
country los señores de prisión en casa,
revisan
a las domésticas antes de salir.
Pienso
en la cartera de mamá y sus cachivaches
y me
dan ganas de gritar al de seguridad:
¡No
tiene lugar para robarse
tantos
muertos de creme!
Recién
entiendo
que
pasé mi vida
buscando
a quien echarle la culpa
de las
faltas de mi cuerpo
yo
prendí velas para ser perfecta
a
medida que te acercabas
yo aún
rellenando la sonrisa
y sin
creerlo estábamos
en casa
jugando a ser niños
que
descubren su cuerpo por primera vez
se me gastó
el paladar mientras te adoraba
me
agoté de inventarte
mientras
nos engañaba el calendario
pero ya
te estaba culpando
me
mataste hasta mirarme
doliente
cuando
me iba
por fin
me entraba ese vestido y me iba
mientras
era mi universo
me
viste
y nos
vimos con los ojos del fondo
me
acercaste el colchón de las fantasías
como
cuando vos de chico
porque
extrañabas
marcabas
el número de tu abuela
en un
teléfono público sin monedas
para
que pase
te maté
hasta que te vi, también
vos
también me querías,
al fin,
al fin nos vimos,
al fin
hay grupo.
Patricia
González López
Doliente
Ediciones
Liliputienses
<3 muchas gracias
ResponderEliminarGracias a ti, Patricia. Un gran libro. Enhorabuena
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