jueves, 30 de abril de 2020

VULNERABILIDAD UN POEMA DE PABLO MÜLLER




VULNERABILIDAD

A Conchi

Esta palabra de tierra, terrazo, arcilla, ladrillo,
piedra resto amalgama de metal. Los gatos
que la acarician, sus huesos huecos de leve
vida, suspendida elegancia de un tiempo
animal. Hasta aquí llega el olor de mar
y la palabra compostada de vida y miedo
hace oración de viento y extraño sol, olor de mar.
¿Quién libra al sujeto de esta frase
sino la mirada de un gato llena
de presente? ¿este marzo que miente como enero?
¿este abril cerrado de mar? Ahora huele a jazmín.
Cuatro lados tiene el lugar de este miedo
y esa puerta que se abre a la calle vulnerable
como vulnerable es la palabra tierra, el paso
cauto del gato, el inexacto rumor de un motor
de explosión. No, no hay cuatro lados: abajo
cierra el calor que sustenta el paso, arriba
una falaz promesa de certidumbre. No. Seis
muros de ladrillo, arena, tierra, mar,
miedo, amor. Seis lugares donde refugiar
al animal de la muerte. Y sin embargo huele
a mar y ahora a jazmín. Paso de gato
como palabra dicha ventura y de repente,
cuando la esperanza se apaga en lluvia,
brotan los tallos feraces del semillero
de los días que acompañamos, amor,
mar, jazmín.



En construcción

miércoles, 29 de abril de 2020

OVEJAS ELÉCTRICAS EN SIRIA UN POEMA DE TODO SE HARÁ PÚBLICO DE NURIA RUIZ DE VIÑASPRE




Ovejas eléctricas en Siria

no olvidemos que las palabras son peligrosas
un república podría cobrar vida con un poema
Virginia Woolf

siempre hay una mañana para el desastre

escucho en las noticias que EE.UU. ataca Siria
dejando las prendas de 230 muertos
quietos zapatos a los que hay que sumar la pena de 230 familias
familias que a su vez arrastran a otras 230 familias

la muerte global hay que pensarla de un modo global
por eso pienso en los poetas de un modo global
como si los pudiera meter dentro de una habitación
sin techo
ni paredes

en ese cuadrilátero siento la responsabilidad
de correr contra toda corriente de guerras
como si fuéramos ovejas eléctricas que cogen un lápiz
y no dejan de balar
escribir las balas de este mundo
para contrarrestar esa global bala que es la ira

me queda la palabra
nos queda la palabra



Nuria Ruiz de Viñaspre
Todo se hará público

Ediciones Trea

martes, 28 de abril de 2020

CINCO POEMAS DE ABEJAS EN LOS LINDES DE NARES MONTERO




Ellas ven mentir,
la contradicción, el movimiento.
Vibran. Mienten.
Un ejército de abejas en las lindes,
armaduras doradas.
Las que escuchan al enemigo.
Zumban. Todo lo ven.
Prismáticos ojos y bocas dardo.
Trenzado vuelo de muchedumbre
dentro de mi.


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El viaje a esos muros,
el grito sobre la carne.


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Lo que oigo es el ruido,
el trastabillado chirrido de la madera
contra el suelo combado.
Lo que oigo es humedad,
el quejido de las sábanas sobre mi cuerpo.
Estoy aquí en el rincón último.
El vaho flota atado a los dedos de mis pies
como globos aerostáticos.
Tengo el cuerpo pequeño y pesado.
Me he hecho impenetrable.
Estoy tan escondida, tan atenta, tan aterrorizada.
Estas son las vistas de mi encierro.
Alguien trae comida pero no me ve.


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Feroz
la mano que aprieta.
Un mundo creado como una perla, mácula,
solo para tus inmensos ojos,
acurrucados contra el suelo.
Tan horizontal y blanca,
casi subterránea.
Los árboles crecen de sus raíces,
las lágrimas no se gastan,
los pájaros, a veces, se comen a sus crías.


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Mi tierra sumergida tiene un ojo de ballena
que otea y llora impotente.
Un bosque abisal delimitado por colmenas,
puestos de vigía diminutos como celdas.
Nos dijeron que no diéramos la voz de alarma.
Nos dijeron no hay alarma, tú eres la alarma,
y tienes una boquita de piñón como para que no la abras nunca.
Pero ábrela y calla, decían los cascotes de mi pasado.
Cayeron. Como gigantes cayeron.
Yo los vi caer, arrasar, huir silenciosos hacia la muerte
como dictadores que fenecen pero no se van.
Yo quise preguntar, tenía preguntas atadas al dedo índice,
¿De qué ruinas, estos cascotes?
¿De qué galaxia, los meteoros suicidas?
¿De qué ciudades arrasadas, estos escombros?
Yo quise preguntar
pero tengo una boquita de piñón y callar,
me decían, era síntoma de belleza.



Nares Montero
Abejas en los lindes

La Bella Varsovia

lunes, 27 de abril de 2020

SIETE POEMAS DE JAULA DE MIRIAM REYES




Déjalo estar
tú no eres mujer de horno y niños
no eres capaz de mantener con vida ni a un cactus.
No necesitas casa y semental
suéltalo y echa a andar de una vez.
Aquel amante tuyo tenía razón
para ti las personas son accidentes:
de pronto te suceden.


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Diluida en lo cotidiano
huyo tan despacio que
parece que me quedo.


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Cuánto más se tienen que aflojar tus carnes
cuántas arrugas te tienen que escribir en la cara
que el tiempo se acaba
y tú todavía no aprendes a vivir.


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Ya no tengo más cuerpo en absoluto.
No digo despellejada descarnada desmenbrada.
Noto simplemente que ya no tengo cuerpo:
soy la pura humedad que un día caló los huesos que tuve.


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Me aplico: estoy borrando tu sexo
comida para las abejas—
el mundo exterior no puede alimentarme
por eso yo
con las fresas magulladas de mis labios
emborrono tu sexo.
Bajada a bajada lo consigo
me acerco a ese estado de perfección que es
la anulación del sentimiento.


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Corté los hilos limpié las huellas
detuve todo flujo que pudiera extenderse
del uno hacia el otro.
Barrí tu cuerpo de huesos y carne
fuera de mi cabeza.

Todo lo tibio también todo a la calle.

Y tú sigues repicando
incansable entre los tubos
vacíos de mis arterias.


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La belleza es un mal. Algo que se te clava
como un gancho de carnicero.
Por su belleza soy un costillar colgado para la venta.
Roja es mi carne cuando lo miro vean
cómo me abro de garganta a sexo.
Podría pasar horas goteando
contemplando
la forma de su espalda en el colchón.



Miriam Reyes
Jaula

Ediciones del 4 de agosto

domingo, 26 de abril de 2020

FACEBOOK UN POEMA DE VICTOR PEÑA DACOSTA




Facebook



¿Qué estás pensando, Victor?
Responde una pregunta para que las personas
te conozcan un poco mejor.

Tienes una nueva solicitud de amistad.
Doscientos ochenta y siete amigos en común.
Personas que tal vez conozcas.

Toni Solano cumple 50 años.
Deséale un feliz cumpleaños.

Judith Rico actualizó su foto de perfil.
Olga Ayuso agregó una foto nueva.

Me divierte. Me gusta.

Tu amiga Meriem Ait Wakrim sugiere
que indiques te gusta su página
Meriem Ait Wakrim.

Me asombra. Me entristece.

Hoy hace un año tú y Héctor Castilla
se hicieron amigos en Facebook.

Ángel Gómez Espada te etiquetó en una publicación
a ti y a otras 35 personas más.

Me gusta.

Tomás Soler Borja también comentó
la publicación de Raúl Quinto.
Ernesto Frattarola reaccionó a tu comentario con foto.

Recuerda, esta semana tienes varios eventos.

Quizás asista. Me gusta.

Alguien está escribiendo un comentario.

Todavía no finalizaste tu comentario.
¿Quieres salir sin terminarlo?



Victor Peña Dacosta
Obsolescencia programada

Ril editores

sábado, 25 de abril de 2020

ELLAS RESISTEN DE NONI BENEGAS




     Lo mismo había ocurrido en los '50 en España, años de plena posguerra agravados por un régimen dictatorial, que subyugó aún más a las mujeres al reforzar los estereotipos de sumisión. Baste recordar aquel poema de Ángela Figuera “Exhortación impertinente a mis hermanas poetisas” de 1950, donde pinta de cuerpo entero a sus compañeras de generación:

Os pasa que os halláis en la vida
como en una visita de cumplido. Sentadas
cautamente al borde de la silla. Modosas.
Dibujando sonrisas desvaídas. Lanzando
suspirillos rimados, como pájaros bobos.
(…)
Eva quiso morder la fruta. Mordedla.
Y cantar el destino de su largo linaje
dolorido y glorioso. Porque, amigas,
la vida es así: todo eso que os aturde y asusta.

     Como bien se desprende de este poema, se contaron con los dedos de la mano las que se atrevieron a morder la fruta como Figuera, y más de una se vio abocada al exilio tanto exterior como interior —pienso en Gloria Fuertes relegada públicamente a se una escritora para niños—.



Noni Benegas
Ellas resisten
Mujeres poetas y artístas
Textos 1994-2019

Huerga & Fierro Editores

viernes, 24 de abril de 2020

#4 UN POEMA DE AVISPERO DE MÓNICA CALDEIRO




#4
No debe nunca el poeta identificarse / sino / desaparecer de sí mismo // para Ver sólo el poema / a través / del poeta // Ver sólo el verso / encarnado / atravesando el cuerpo del poeta / la energía de las musas / bailando sobre su cabeza / la entrega absoluta / al divino oficio / al sucio oficio / las manos de barro / del poeta.
No debe / nunca / identificarse el poeta // sino / buscar el no-ser / para ser poema / en ese castillo de agua / que nunca cesa / que nunca acaba / en el océano arquitectónico del poema / nunca debe verse al poeta / pero no es invisible / es su carne / sangre / venas / músculos // en su movimiento / de corazón / de donde emerge / la cinética del poema / que huye del poeta



Mónica Caldeiro
Avispero

Varasek ediciones

jueves, 23 de abril de 2020

MIS MIEDOS CAMBIAN DE FORMA UN POEMA DE MARÍA FLORENCIA RUA




MIS MIEDOS CAMBIAN DE FORMA

cerca tuyo son hormigas rojas
trabajan sin que nadie lo note
algo están construyendo
juntas
la belleza está
en pasar desapercibidas
a pesar del poder
que ejercen sobre la tierra
a nosotras
dios tampoco nos mira



María Florencia Rua
Luces mal usadas

Ediciones Liliputienses


miércoles, 22 de abril de 2020

PLAN DE FUGA UN POEMA DE DAVID ELOY RODRIGUEZ EN AQUEL AGOSTO DE NUESTRAS VIDAS




Plan de fuga



No importa a qué cuerpo dispares.
Todos vierten la misma sangre.
Deberíamos situarnos siempre
a ambos lados del precipicio
e imaginarnos en el barranco.



David Eloy Rodríguez
Los huidos
Planeta Clandestino 56—

en
Aquel agosto de nuestras vidas
y
100 balas de plata clandestinas
(Antología-homenaje al Planeta Clandestino)
Introducción y selección de Ignacio Escuín Borao
Planeta Clandestino #100

Ediciones del 4 de agosto

martes, 21 de abril de 2020

QUEMADO POR EL SOL UN POEMA DE ISABEL PÉREZ MONTALBÁN




QUEMADO POR EL SOL



Había un libro oculto en la trastienda,
forrado con cubiertas falsas de color rojo.
Estaba en un armario en el que se guardaban
cosas de algunos familiares muertos:
una blusa bordada, un vestido de novia,
un costurero azul de seda,
el retrato de un joven comunista,
con traje de soldado, la chaqueta
con la mancha indeleble de su sangre.
Cosas vivas de muertos. Y aquel libro.

Me gustaban sus fotos de paisajes con nieve
la blancura inquietante de la nieve—
y todas las palabras extrañas y bellísimas
que leía en sus páginas: el zarismo, la tundra,
la conquista soviética y la revolución.

Pero al llegar la ruina a la familia,
se vendió todo el lote: la casa y sus espectros,
el patio y los baúles del ajuar.
Y aquel libro. Así fueron las palabras
enviadas al destierro siberiano.

Palabras sepultadas por la nieve
mucho antes de probarlas y saber
que el tacto de la nieve también quema.



Isabel Pérez Montalbán
El frío proletario
Antología 1992-2018

Visor


lunes, 20 de abril de 2020

UN FRAGMENTO DE JAISALMER DE CHANTAL MAILLARD




La fortaleza de Jaisalmer parece el castillo que un niño hubiera construido volcando en la playa sus cubos de arena, para ver, después, cómo la marea al subir llenaba los fosos. Pero el mar está a miles de kilómetros y el fuerte no tiene fosos. Otro tipo de marea baña el pie de las murallas: una multitud de criaturas que se empeñan en seguir vivas y no se plantean siquiera la posibilidad de burlar el rigor de esa condena. Criaturas que, como yo, no tienen la fuerza suficiente para vencer ese instinto que —colofón de la burla— nos mueve a persistir en lo que somos. Criaturas que, como tampoco yo, no consienten en morir antes de tiempo, a pesar de la lucidez que les muestra la inutilidad del empeño.


Chantal Maillard
Jaisalmer

Quinto suplemento de Zoo



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domingo, 19 de abril de 2020

DOS POEMAS DE LA CABEZA DE ÁNGEL GUINDA




Los desalojados



Bajo el hedor de los pisos vacíos
que polvo, espectros y aire habitan legalmente,
juro, busco las afueras de esta ciudad fantasma.
Mendigo a las ratas una metáfora del desahucio
arrancando tubérculos que estallan en mis manos.
Cuando, herido, regreso al mundo de las calles,
los sin techo taladran el frío con su arrojo
para guarecerse del desprecio.
¿Cómo dormir tranquilo si no abro a cabezazos
contra el suelo, en los muros, refugios para ellos?
Desalojados todos seremos de la vida.



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La botella



Dentro de esta botella cabe el mar.
Dentro de esta botella
se tambalea el cielo,
se tambalea el sol de los borrachos
con su verdad a cuestas,
con la marea de sus amarguras.
Dentro de esta botella bailan moscas
como bombardeados helicópteros,
pasean cucarachas con paraguas.
Dentro de esta botella llueve ausencia.
Su pared giratoria desfigura mis rostros,
comba mis frentes, abre mis pupilas:
hay tormentas de hachazos en su magma.
Dentro de esta botella está el vacío
del que me lleno cuando bebo y bebo.
Abandonada para el reciclaje,
yo soy esa botella.



Ángel Guinda
Poemas de la cabeza
(antología temática 2018-1980)

Planeta Clandestino
Ediciones del 4 de agosto

sábado, 18 de abril de 2020

TRES POEMAS DE QUERIDA HIJA IMPERFECTA DE ANA PÉREZ CAÑAMARES




¡Los hijos nos parecen tan llenos de gracia!
Capaces como mi niña de llamar guarro
al que le regalaba un chupachups
si luego tiraba el papel al suelo

o aquella vez que un policía pasó al trote
y al ver su pistola me preguntó:
¿Ese señor llega tarde
a su trabajo de matar a alguien?”.

Es una forma de elogio
penar que les hemos parido
con todo ese ingenio dentro.

Queremos vernos como los vemos.
Señalamos al hijo y decimos esqueje.


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Mi hija es la mejor
mi hijo es el mejor.

Pecado que todas
hemos cometido
de pensamiento
palabra
u obra

sin plantearnos que sea
por el orgullo humillado
por inseguridad o arrogancia
por elevar los genes a un altar.

Pero un hijo no es un diploma
ni una condecoración.

Cuántos años nos llevará decir:
hija, te quiero tanto
que brillas hasta deslumbrarme.

Todo a tu lado queda a contraluz.


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Hijos, coged la flor de la pasión
en todas sus infinitas formas
hasta aquellas que llaman inútiles.

Pero mantened lejos esta idea:
vuestra felicidad es la constatación
de lo bueno de nuestro legado.

Las madres contienen trazas
de la voracidad del cazarrecompensas.



Ana Pérez Cañamares
Querida hija imperfecta

Ya lo dijo Casimiro Parker