LA
PLEGARIA DEL COSMONAUTA
El cosmonauta ha perdido el lenguaje:
ya no
espera que un eco le conteste
cuando
anuncia sin voz la belleza del vacío.
Ninguna
esquina hay. El universo
no
tiene asideros para las palabras, y el lenguaje
sobra
donde
solo la vibración del alma es posible
y solo
la
trémula invocación de las células cuánticas
y solo
el
relámpago de la emoción y del vértigo
que
sigue la órbita de todos los planetas.
Para
qué el lenguaje
piensa
el cosmonauta
si no hay
texto
si no
hay sílabas que puedan trasmitir
esto
que ven mis ojos.
Qué
inútil el lenguaje
cuando
la mente está llena de infinito
y el
corazón va a reventar de gozo
y de
estupor
pero
entonces:
¿Cómo
hacer que me crean los otros seres?
Si no
encuentro
si no
doy con la forma correcta del mensaje
si no
sé hablar el idioma del arcano
cómo
hacer que lo entiendan
si
nunca han estado suspendidos
en el
más absoluto desamparo
lejos
del azul y de la atmósfera y de sus propias vidas.
Es esta
sin duda una guerra inútil
la del
lenguaje contra la belleza
la del
silencio contra el asombro
y por
eso
porque
sé que he perdido esta batalla
me es
imposible dejar de hablar.
Ana
Tapia
Las
ovejas radiactivas de Kolimá
Viento
Verde
Cazador
de Ratas Editorial
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