viernes, 24 de julio de 2020

ANIMALES QUE SE ARRASTRAN UN POEMA DE SOFÍA DE LA VEGA


 

 

 

Animales que se arrastran

 

 

 

En una habitación del quinto piso del hotel apago todo

y los focos comienzan a hacer ruidos metálicos.

En casa siempre algún chasquido o mínimo susurro

se escucha. Una sola vez sentimos

el silencio. Fue en medio de dos montañas

de piedra roja. Era todo azul cuando cerramos los ojos.

Nosotros en medio, como comadrejas

o esos animales que se arrastran para enfriarse.

Siempre quise tomarte la mano ese día. Es igual

a cuando está corriendo en la clase

de gimnasia del colegio y te olvidás

de que tus 30 compañeros corren con vos.

Desde chica estar rodeada por grupos

me da miedo. Cuando es de noche, en la cama

no dejamos que ningún pie esté fuera de ella.

En realidad yo rezo o pienso que las sombras

extrañas son Dios. Estamos todos tristes

porque no se puede escapar. El aturdimiento

de la multitud de subte fue captada por un fotógrafo

norteamericano en Japón. La gente salía

en poses incómodas. Brazos y piernas

de contorsionistas. Lo raro era la cara

de los japoneses no mostraba sufrimiento.

La incomodidad del amontonamiento

se hace parte de su vida.

Como cada día que estaba sola con vos

pero al final nunca te diste cuenta.

 

 

 

Sofía de la Vega

La idea es vivir cerca pero no encima

 

Ediciones Liliputienses


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