I.
La
drogada familia
El
alveolo solar preside las reuniones
la mesa
de la larga galería donde el eco torcido
resbala
sobre el hule de las toscas
familias
ensambladas
italianos
vecinos llegados en el mismo
barco
criollos
que no aprenden a hacer plata.
Y desde
la membrana hirviente
desde
la percepción enceguecida
de los
techos: el campo.
Pero
antes el vestíbulo de tierra
la
zanja del camino que bordea
lo
abierto de una exclusa
que
suelta la presión de chorros infinitos.
Spegazzini
el
barrio con obreros e inmigrantes detrás del paredón
de la
Gilera la despensa en la esquina
“de
Pamapaluna”
y el
salón comedor donde almorzamos
los
platos de Piamonte ¿o Lombardía?
Carneaban
a los cerdos
a las
pobres ovejas ahí cerquita
en el
fondo debajo de unas chapas hirvientes
el
chorro que dispara la aorta seccionada
Lorenzo
era a mis ojos como un forzudo bueno
presente
como el ruido que llegaba
de la
pista de prueba de las motos
y cerca
delas casas y de las “casas-quinta”
que a
mano levantaron esos inmigrantes
sembradíos
y campos
terrones
triturados como bocas cariadas
que a
poco un vello íntimo
avanzados
los días hacía más intenso
hasta
que de lo alto
todo se
convertía en aeródromo de pájaros
que
avizoraban sombras
huyendo
por el ras de las raíces.
(y en
los playones verdes
cortados
cada tanto por el marrón camino
corredores
de álamos como lenguas de plata
como
bocas de viento
en
plena verde nada
yo te
oía.
Mario
Nosotti
El paso
de las nubes
Antología
poética (1998-2021)
Edición
y prólogo de Mercedes Roffé
Ediciones
Liliputienses
No hay comentarios:
Publicar un comentario