Hablando con mis gusanos
Anoche
hablé con los gusanos
que se
comerán mis ojos, mi lengua y mis orejas
un día
de estos a lo mejor no tan lejano.
Por
ahora mastican Amapolas y raíces de Guanábana,
matando
el tiempo hasta la caída de mi cuerpo
acurrucado
en su casa de Pino.
Ellos
dicen que no me dolerá:
un leve
cosquilleo en las uñas de mis pies
y
alguno que otro escalofrío en las tripas
será el
aviso de su minuciosa faena.
Me han
prometido fundirme con la tierra,
deslizarme
sobre los colores de las mariposas
y
lloverme en rapadura dorada
sobre
el techo del cuarto de mis libros.
Pasarán
ardorosos sus bocas
hasta
desprender la pulpa de mis manos,
huesos
grises y blancos serán la fortuna
que
dejaré entre las tablas.
En el
cerebro derramado sobre el lienzo
de un
poema perdurable
irán
descifrando letra a letra
hasta
llegar a los árboles, piedras y flores.
Me han
dicho que regresaré
en la
musical corteza de un ronco Espavel,
o en la
encolochada siesta de los Chilamates.
El
sueño con gusanos
es lo
más prudente que he podido escribir
sobre
la vida.
Esthela
Calderón
El
consumo de lo que somos
Muestra
de poesía ecológica hispánica contemporánea
Steven
F. White (Ed.)
Aridjis
– Calderón – Galeano – Huenún – Riechmann
Amargord
Ediciones
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