lunes, 22 de agosto de 2022

UN FRAGMENTO DE EL SECRETO DE LA FUERZA SOBREHUMANA DE ALISON BECHDEL

 

 

 

 

El poema de Wordsworth “oda a la inmortalidad” comienza con pequeños corderos brincando. Adrienne Rich se hace eco de “estudio trascendental” con cervatillos de corren. Sus ciervos mordisquean manzanas en el aire…

 

“…tan encapsuladas

por fruta ya amarillenta

que parecen eternas, hesperias…”

 

…pero Rich termina alejándose de la eternidad, de la inmortalidad. En la estrofa final, una mujer se sienta a la mesa de la cocina y extiende retales y objetos naturales como madejas de asclepias.

 

“la espiral del nido de avispas papeleras enroscada

al lado de la pluma amarilla del jilguero.

Semejante composición no tiene nada que ver con la eternidad,

el afán de grandeza, la brillantez:

solo con las cavilaciones de una mente

al unísono con su cuerpo, dedos experimentados que empujan

oscuro contra brillante, seda contra tosquedad,

que aúnan los principios de una vida

no con mera voluntad de virtuosismo..

 

Rich no habla de trascender este mundo… sino de transformarlo. Aquí y ahora.

 

¿Y qué esperanza hay de cambiar el mundo si somos incapaces de cambiar nuestro yo patético?

 

El poema, como la sabiduría, revela algo muy simple que siempre ha estado ahí: no somos el centro de todo.

 

 

 

Alison Bechdel

El secreto de la fuerza sobrehumana

 

Traducción: Rocío De la Maya Retamar

 

Reservoir books


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