jueves, 28 de mayo de 2020

LA REALIDAD EXIGE UN POEMA DE WISLAWA SZYMBORSKA





LA REALIDAD EXIGE




La realidad exige

que lo digamos bien claro:

la vida sigue su curso.

Sucede así en Cannas, en Borodinó,

en los llanos de Kosovo y en Guernica.


Hay una gasolinera

en una pequeña plaza de Jericó,

hay bancos recién pintados

cerca de Bila Hora.

Las cartas van y vienen

entre Pearl Harbor y Hastings,

pasa un camión de muebles

bajo la mirada del león de Queronea

y sólo un frente atmosférico amenaza

los florecientes jardines cercanos a Verdún.


Hay tanto de Todo

que lo que no hay de Nada queda muy bien cubierto.

De los yates de Accio

llega la música

y en la cubierta, al sol, bailan las parejas.


Pasan siempre tantas cosas

que seguro que tienen que pasar en todas partes.

Donde hay piedra sobre piedra

hay un carro de helados

cercado por los niños.


Donde estaba Hiroshima

de nuevo está Hiroshima

y se siguen produciendo

objetos de uso cotidiano.


No le faltan encantos a este horroroso mundo

ni tampoco amaneceres

para los que merece la pena despertar.


En los campos de Macejowice

la hierba es verde,

y en la hierba, como pasa en la hierba,

la escarcha, transparente.


Quizá no haya lugar que no haya sido un campo de batalla,

los aún recordados,

los hoy ya olvidados,

bosques de cedros y bosques de abedules,

nieves y arenas, pantanos irisados

y barrancos de negro fracaso

donde en caso de urgencia

satisfacemos ahora nuestras necesidades.


Qué moraleja sale de todo esto: parece que ninguna.

Lo que de verdad sale es la sangre que seca rápida

y siempre algunos ríos, algunas nubes.


En estos desfiladeros trágicos

el viento se lleva los sombreros,

y es inevitable:

la imagen nos da risa.




Wislawa Szymborska

Poesía no completa


Edición y traducción de Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia


Fondo de Cultura Económica


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