IV
Y qué inexacta vienes, amiga mía,
y qué holgada vienes;
te cojo y te escurres y se redobla una
anchura;
tu sed no se para: suelta principio
y propina que no, que sólo si
replica.
Donde nace el viento, allá está el
criterio
y un resquicio de mesura.
Adrede, te exageras,
tanto te exageras que ni te das
cuenta.
En los labios tienes una paz agitada
y en la boca un pájaro de alas
pesadas.
Una tormenta anticipada,
tu cara que piensa.
Crujiente de brasa y timbales,
tu cara que calla.
Tosca y esbelta es la danza:
un teatro indeciso, un dibujo en la
arena.
A veces se estremece en el pacto,
a veces es nudo, a veces es aire,
pero nunca aparenta: tienes clara la
voz.
Cuando el sol se desplome
y los ojos dejen sitio a la noche
buscaré el monstruo pequeño
por el sendero de las moras.
Toda tú eres desconcierto, amiga mía,
y vuelves lejana la música.
Ven conmigo a donde quieras, saeta de
fuego,
ven desde el alga,
desde la playa pelada,
desde el muro de la bala y de la
piedra que falta.
Desde la madriguera de la comadreja,
desde la abubilla y la calma.
Me atravesaste por el medio, hermana
doble, alma hurona,
te me has clavado por los rincones y
por el centro
y, con el equívoco bien dicho, te vas
y te avías.
¡Menudo calambre conocerte,
hermana resuelta, alma mía!
¡Menudo calambre este deseo!
¡Y enredarte el cabello y entenderte
la piel
e ir del cráneo a la sien y del
cuello a la alborada!
¡Tu ombligo es un abrevadero en el
que permanecer,
alma resuelta, alma mía!
En la lengua tienes muérdago y
tellinas.
La llaga, si se cierra,
jaspeada y morena.
Eres una llanura colma,
hermana doble, alma hurona,
eres el secreto que se divulga y la
masía ocupada.
Por tus escaleras
hay pelotones de demonios de risa
insurrecta,
falenas en celo, contravenenos,
guerrillas de pescadilla indemne,
volcanes provocados,
espejos hacia adentro
y avisos sin destreza.
Oh tráfico de miel, de flores de
agave arrancadas,
de estramonio contrahecho, de galerna.
¡Despierta, graniza,
venid, calores en flor,
que se esparza el verano
por el orbe del mundo!
Que mi amor se aproxime a la llama
y se atreva a velar la envestida.
Blanca Llum Vidal
Aquest amor que no és u / Este amor
que no es uno
Traducción de Berta García Faet
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