MIL
Cuando
mi compañera Conchi me regaló el libro “La
manera de recogerse el pelo. Generación Blogger”,
estaba abriendo la puerta que lleva a estos papeles de Pablo Müller.
Entonces Pablo Müller era un hueco en una biblioteca y apenas tenía
voz: un eco apagado al pasar las páginas. Las ideas felices vienen
de gestos generosos. Las autoras de este libro hablaban alto y claro
en su poesía y tenían cada una su blog. En mi imaginación voz y
blog se convertían en sinónimos.
Hoy
éste llega a su entrada número mil. Un número es una abstracción
de objetos, en este caso reseñas acríticas, pocas, poemas,
presentaciones, bitácoras, amigos, amigas. Esa abstracción se hace
símbolo cuando llega a algunos determinados. Mil es uno de ellos.
El poeta Tirso Priscilo Vallecillos tiene un poema que se titula gracias. Está en este blog. Es un orgullo. Cuando lo leí pensé que la poesía es uno de los mejores lugares para decir gracias. Y este es un blog de poesía. Mil gracias. Mil voces. Mil encuentros. Mil veces mil gracias.
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