jueves, 1 de agosto de 2024

UN POEMA DE ANTONIO GAMONEDA EN ESTA LUZ POESÍA REUNIDA VOLUMEN 2

 






II



Hablo de flores y de frutos. Pienso también en los nombres.


Nada son aunque tengan su origen en príncipes transparente o

en pontífices partidarios de la tortura y del incienso.

Tú,


por ejemplo, estás en ti accidentalmente; accidentalmente con-

fundes el amor y la ira, accidentalmente sostienes brasas en tus

manos y aún, por azar,

tienes un nombre.


En cuanto a mí,


es idéntica, si es, la circunstancia: me sorprendo de estar vivo y

de saberlo. Advierto, sin embargo, que tú estás vivo, ahí, mirán-

dome, y esto sí lo comprendo. ¿Te das cuenta


qué inclemente, qué dura asimetría?


Y esta es la única y la mayor evidencia. De lo demás, nada se

sabe. De ser o no ser, nada se sabe. ¿Para qué tanto acróstico?


Recuérdame si quieres, pero olvida, te lo ruego, mi nombre. Me

fatiga este torpe

ornamento

jurídico.

No obstante,





me doy cuenta: deudas, epitafios, testamentos. Pero ¿qué

es morir jurídicamente, aparte


de una universal tontería?

Ya es difícil vivir. Sería excesivo


que fuese también difícil


morir. ¿No basta


un error?


Sin embargo,


yo estoy empezando a comprender cuanto no necesita ser con-

prendido. Al parecer,

vivir es apenas una semejanza y un día,


sin pensamiento ni deseo,


vamos a comprenderlo, al parecer.


Será una comprensión inservible y veloz, simultánea


con la última luz. Olvida,

por favor,

mi nombre.




Antonio Gamoneda

Esta luz

Poesía reunida

Volumen 2 (1995, 2005-2019)


Galaxia Gutenberg


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