Crecemos,
y al hacerlo nos vamos
quedando quietos.
Hay demasiados calles alrededor,
y solo veo un rostro,
solo veo un hombre.
El mismo itinerario,
la misma lluvia.
El tiempo de volar,
la jaula de su avance.
―――――――――――
Mi palabra hacia ti
es necesidad
y no te basta.
Solo tengo este cuerpo
y lo que pudimos evitarnos
para convencerte.
Escucha mis intentos,
son de asfalto.
En mi poema no hay nosotros,
pero he caminado
e intento hablarte.
La línea entre el poema y la realidad
es una alambrada
y no nos pertenece.
Celia Bsoul
Ciudad de los otros
Con evocaciones de Beatriz del Monte
La Imprenta
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