LOS PSICÓLOGOS DE LAS PELÍCULAS
Me gustan los psicólogos de las películas
te enseñan dibujos y te piden que relaciones
palabras y objetos con personas y sentimientos.
Los psicólogos de las películas se cuelan en las casas
―saben forzar cerraduras, fueron jóvenes problemáticos―
y buscan el diario del paciente, que leen por la noche
mientras la tele escupe un reality al que no hacen caso
y si al enfermo le gusta pintar se llevan las láminas
y analizan cada pincelada, cada color,
el tamaño de cuadro y los materiales empleados.
Durante los cinco años de tratamiento
dije en todas y cada una de las sesiones que me gustaba escribir
y que hablaba, sobre todo, de las cosas que nunca logré.
Durante los cinco años de tratamiento
mi psicóloga jamás se interesó en leer ninguno
ni parecía saber forzar cerraduras.
Pero sí hubo lugar para la literatura
pues la astuta licenciada, viendo que me gustaba leer
me vendió en la penúltima sesión
su libro «Depresión y psicoterapia»
20,95€, Editado por la Universidad de Murcia.
En mi última sesión admití
no haber podido pasar
de la página veintitrés
pues el libro me estaba haciendo
revivir toda mi angustia.
«Sí, no te falta razón, puede ocurrir», me dijo
y acto seguido firmó
mi certificado de vuelta a la cordura.
Y así volví a casa después de cinco años:
desengañado con Hollywood,
oficialmente cuerdo
y con veinte euros menos.
Luis Sánchez Martín
Pastillas debajo de la lengua
Ediciones Liliputienses
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