los ángeles de alas tropicales
cubren países blancos
llenan mis bocas
en un disparo dulcemente
bendita la violencia
porque es de todos
los animales
y da fruto
un pobre loco incendiando
los hoteles que hospedan
a la clase media
vacaciones pagadas
así se produce más
probado por la ciencia
está gritando
la violencia es de todos
también de aquellos que se saben
amados por dios y su olvido
si es de las manos invisibles
del mercado y sus amigos
demócratas
tiene que ser de todos
dice una boca ardiendo
para que no nazcan más niños
mientras el cielo tenga
un color diferente al azul
y digo que el mensaje es
sentir súbitamente la boca
llena de tierra húmeda
saber todos los vacíos
repletos de tigres en lucha
recibir los golpes de una lluvia
de dátiles que desea ser
el río de mi cuerpo
lo espero hierática y dorada
con el temor milenario
de la ceguera
el hijo nade como cualquier miedo
y estás acompañada
por la soledad de dios
y digo que el mensaje es
el estallido de un espejo
sobre mi rostro recién pintado
fragmentos de agua dura
explotando en mi vientre
el ala de algún pájaro
cubriendo todas las noches
hasta darles fin
me apoyo en la palmera
la carne es el centro del mundo
también el desierto que empiezas
a caminar para inventarlo
y digo que el mensaje es
―――――――――――
a veces encierro dulcemente
un pájaro en la boca
para sentir el temblor
de todas las muchachas
con úteros vacíos
manos desplegadas
impacientes por ser alguna nube
aunque la sangre desmembre
cada día sus cuerpos
odio a estas muchachas
porque nadie me dio palabras
para reconocer que las deseo
otras veces miro al cielo
y soy una de ellas
con las extremidades divididas
a la espera de un ángel
―――――――――――
parto la manzana en dos
señalo las semillas
tenemos ombligo
y muerdo su carne
ahora decididamente
todo avanza hacia la ruptura
pero llevar en la boca la realidad
es una forma de conquista
verbo espejo
nuevo fragmento de mí
en el que habito el deseo
yo lo anuncio yo
y yo y yo y yo
¿nos escuchas padre?
no queremos estar limpios
―――――――――――
el ángel se precipita
sobre el manzano y señala
así la mano
inicia el ciclo de la pérdida
cabellos mojados de tierra
la sujeción a la muerte
boca llena de polvo
abrimos los ojos al pudor
y nos separan del paisaje
plumas y llamas
río de espadas sin puentes
fue el tiempo de la brisa
hundimos los brazos
en la higuera o la sombra
de ella extrajimos
sudor espina palabra
poseemos el fracaso del lenguaje
errancia que nos permite
habitar el mundo
llegar hasta el lirio
y morderlo
no tengas miedo
te saludo
Laura Rodríguez Díaz
Anuncio seguido de Las niñas de plata
Ultramarinos
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