Bando 1.- “Ira de Dios”
Manda el Excelentísimo Señor Lope de Aguirre,
la Ira de Dios, Príncipe de la Libertad
y del reino de Tierra Firme
y de Chile, con las demás provincias
que se incluyen de una tierra a la otra,
y grande y fuerte caudillo de los marañones,
que todas las personas,
vecinos y moradores, estantes y habitantes de las islas
traigan luego ante su Excelencia todas las armas que
tuvieren,
ofensivas y defensivas,
so pena de muerte y so la misma se recojan al pueblo
todas las personas que estuvieren en el campo;
y las que no estuvieren en él
no salgan afuera sin su licencia o su mandado,
porque así conviene a su servicio.
(En la Isla de Margarita, en la que entre otras medidas mandó destruir a hachazos el rollo en el que se realizaban las ejecuciones y tomó otras medidas graves de ocupación de la isla. Ver Otero Silva, página 247. Son todavía los tiempos de euforia de su empresa de “desnaturación”. M.U.).
Bando 2.- “La ira de Dios”
Yo, Lope de Aguirre,
la ira de Dios,
el fuerte caudillo de los invencibles marañones,
el Príncipe de la Libertad, prometo hacer la guerra
cruel a fuego y sangre
contra el Rey de Castilla y sus vasallos.
Todo español que no luche a favor de nuestra causa
será castigado como traidor e irremisiblemente
arcabuceado.
Todos los servidores del Rey español
deben contar con la muerte aún en el caso
de que ellos sean indiferentes.
(Este Bando fue fijado en las calles de Burburata, y “anunciado con el sonido de atabales y trompetas”.
Otero Silva, página 295. M.U.)
Y UN PARLAMENTO
Con esta daga, que me saquen el corazón
si alguna vez en mi vida saco sangre a soldado
marañón
y no lo trato como a mi persona,
y, por vida de tal protestado y adorado,
no he de hacer de aquí en adelante
más de lo que cada uno de vuestras mercedes
mandare,
y así, si nos perdemos o ganamos, ha de ser
con el parecer de todos, que mío solo no;
y si hasta aquí ha habido algunas muertes
entiendan que las hice por la salud de todos
y para asegurar nuestras vidas,
y a todos desde agora digo
que por el juramento que tengo hecho
no he de molestar ni al menor de todos
porque si quiero vida es por sustentar la de todos;
y por amor de Dios les suplico
que no permitan que seamos vencidos
por esta gentecilla de papas y arepas,
y si pensaran pasarse al Rey, que sea en el Perú,
y yo, ya que muera, moriré
en aquella gloriosa tierra
donde gozarían y descansarían mis huesos
lo que mi cuerpo tanto ha padecido.
(Este texto está tomado del libro Lope de Aguirre, Crónicas, 1559-1561, que se cita en la Bibliografía del final, y está en la crónica “Anónima”, página 279. Aquella noche del 25, ya casi el 26, de septiembre, había dicho estas palabras ante sus soldados, poniéndose una daga sobre el corazón, después de que hubieran huido de su campamento cuatro marañones más. Es la víspera de su muerte. M.U.)
Alfonso Sastre
Lope de Aguirre que estás en los infiernos
Hiru Teatro
No hay comentarios:
Publicar un comentario