17
Rara vez
vuelve el brillo a los ojos
―medio
ciegos del agua y sus reflejos―
de
quienes huyen del infierno
y
reciben el silencio del mundo.
La
miseria existe y también los miserables,
cazadores
furtivos de los que escapan
despavoridos,
y niegan asilo a los desesperados
que
abandonan sus casas.
Warsan
Shire sabe que no hay tierra prometida:
navegar
hacia la niebla
siempre
será mejor que la muerte segura.
El
Atlántico negro de secuestros y su resaca fantasma,
el
Mediterráneo que se tragas esperanzas y miedos
¿dónde
está el multiplicador de peces?
¿nadie
tuvo fe para caminar sobre las aguas?
Espuma
color sangre, un fondo azul cementerio,
piélago
con banderas
y olas
de bolardos móviles
abren
paso a un yate con caviar iraní
pero no
a una patera de hambrientos.
Para
esos a los que llaman los Otros
depende
de las mareas el trozo de océano
donde
pierden el pulso a la supervivencia
sin
lápidas, sin historia, sin refugio
donde
solo las ballenas lloran sus muertes.
Mientras,
sin pudor ni vergüenza
Europe’s living a celebration.
30
A mi padre
Desplomadas
ya no vuelan las palabras
pienso
en ti y desaparecen,
pluma
sin pájaro
voz
ronca que canta y llora, qué más da.
No me alcanza
la lengua para llamarte
y me
quiebra el crujido de mi propio peso;
en casa
te espero, no llegas
se te
cayó la vida a los pies de tu cama.
Este
salto de la carne a la anda
―irreversible,
sin previo aviso―
sesgó
el vuelo en ala rota
y se
rompió en el parto la clavícula junio.
Y por
eso, ahora, apenas puedo
escribirte
nada más que palabras sueltas
como
amor, dolor, rabia o siempre.
Menos
mal que eres
tú el
poema vivo
en
medio de tanta muerte.
Julia
Gutiérrez
No
olvidarás
Ediciones
Alfar
No hay comentarios:
Publicar un comentario