[Medea:
[…] marcha hacia la barrera dolorosa de la vida.]
El agua
parte en dos desguaza el bulto
que se
hunde y perfora
su
magnanimidad allí
sucumben
—limbo y trampa la belleza
transpira
como un bozal— tan lentos
se
asolan en el gozo en un charco se miran
los Uno
dentro
de un
reflejo, en alto
las
orejas se ven
los
ojos: bultos caídos
en su
imagen ¿cómo clavar los dientes tan adentro
del
agua? Hablan
como
delfines
en el
charco una mar
desbridada
perpetua
las
palabras salpican
los fonemas
de barro.
A veces
sobreentienden cuando
el agua
se hunde y no
admite
la te. La zambullida
de sus
reflejos canta
—si el
líquido consiente— lo absorto
el
desguazado pulso
de la
pupila
vagan
solos
quietecitos abiertos entre la boca
abierta
de la mañana.
Los tan
otros a flote abrigados
por
ella por su cadera
limpia.
Los
tantos boquiabiertos
que
perfuman su olor
lo que
se reinician como constelaciones.
Corren-hablan-se
pasman en el círculo
sucio
del lodazal.
Lola
Andrés
de Uno
Ediciones
Contrabando
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