REDES
Ven a
llorar a Facebook,
aquí todos
te entendemos,
nos
identificamos,
nos
hacemos fotos,
nos
pintamos de colores,
nos
reímos con vídeos de gatos,
recordamos
fallecimientos,
celebramos
cumpleaños,
compartimos
estados.
Es el
mejor sitio para ocultarse.
Ven. Por
un momento,
no
serás ese que anda solo
que no
tiene a quien besar
o coger
de la mano,
no
serás la mancha en la acera,
el
cerco en la camisa de estreno,
esa
película de sesión continua
proyectada
en las paredes de salas de espera.
Esta es
tu farmacia,
tu
confesionario,
tu
plaza del pueblo.
Este es
tu taller,
venimos
a repararnos.
Ven, te
enciendo,
al
levantarme es lo primero que hago,
comprobar
si soy válido,
si se
acuerdan de que existo,
si
merezco la pena,
la
mezcla de ingenio y buenos sentimientos,
una
rotura reparada
el
siete remendado en el tapiz del escritorio,
la
ruina encalada,
el
agujero tapado con cemento de folio blanco.
Ven aquí,
es viernes, no te vayas
a esas
montañas, a esas playas,
no
tienen nada.
No vayas
a pasear entre árboles,
a coger
transportes y estropear el medio ambiente.
Este es
tu medio,
siempre
hay alguien haciendo guardia,
la
compañía que no te cobra el traslado,
no
vayas a conocer gente de carne y hueso,
son
falsos, te fallarán tarde o temprano
y tú,
tú tampoco serás una excepción.
Aquí,
si no nos gustamos, nos bloqueamos, nos eliminamos,
podemos
andar desnudos y merendar mientras hablamos,
podemos
indignarnos, ser solidarios, navegar escribiendo
el
cuaderno de bitácora de los capitanes sin barco.
Toma,
aquí tienes un ratón y un teclado,
anda, llega
a ochocientos amigos,
publica,
eres escritor, poeta, entendido en algo,
salta
de muro en muro,
habla
en privado un rato,
abre tu
corazón computerizado.
Ven. Aunque
algunos solo finjan que les gustas,
hazte
la ilusión de sentirte acompañado.
Juan
Leyva
Área de descanso
Zoográfico
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