Insectos
y poesía
Comienzan
las olimpiadas de Barcelona. Terminan las olimpiadas de Barcelona. Hasta ahí
puedo contar se me preguntas. Alguien habla de ello en el descansillo del
portal. En cambio, a mí me están doliendo extraordinariamente los insectos,
porque no hay duda, estoy desconfiando de los insectos, de tantas advertencias,
de tantas patas, cabezas, esos ojos, oh, sobre todo esos ojos que no me
permiten vigilar el espanto de las noches, la terrible sequedad de las noches,
cuando zumban los insectos. Es 1992 y los insectos devoran la ceniza y roen las
noches, porque salen de la tierra y de mi carne de insectos, zumbaba y que no
roía. Pero ya estoy mejor. Tenía que cantar para sanarme. Comienzan las
olimpiadas. En mi casa la televisión ha sido un ronroneo constante, esa voz
nasal y agrietada al mismo tiempo, que resumía la jornada diaria. Alguien
festejando un gol. Un vecino que agitaba la bandera de España. Sin embargo, yo
pensaba en los insectos. En los insectos y en la muerte.
Alberto
Santamaría
Barrio
Venecia
Lengua
de Trapo
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