Um
sonho de paz
Arranco
mis sábanas recién lavadas de la cama
Y corro
como una loca por la rúa Elías García.
Los portugueses
que me ven
No se
imaginan por qué una mujer desnuda corre
Con una
sábana blanca sobre los hombros.
«Voy a
quemarme en nombre de la paz».
Ich werde mich selbst Brennen
Ich werde mitten auf dem Platz Brennen.
Luego balbuceo
un par de cosas en mal inglés
Y otras
en pésimo portugués.
En este
mundo que nos han dado.
No es
Putin ni Zelensky
Nadie es
bueno ni malo.
Nosotros
los locos que dormimos entre suaves sábanas blancas
También
somos parte de este armamentismo silencioso.
Con nuestros
impuestos y nuestra moral de Netflix
Con nuestras
bellas sábanas de Ikea
Y los
créditos de Visa y Mastercard
Pagamos
cada día una bala
Y una
investigación en ingeniería atómica y nuclear.
¿Cómo
guardan nueve países arsenales para destruirnos?
¿De dónde
salió ese dinero?
Me ven
correr desnuda con la sábana blanca
Y grito
en inglés
I
Will burn myself
I’m going to burn in the middle of the square.
Y lloro
tanto que la sábana se ha mojado
Aunque no
llueve y el agua chorrea
De la
sábana hacia el río de Lisboa
Que es
el Tejo, el río de mi amor.
Pero no,
no es Putin ni es Zelensky
No es
Pasha, el fotógrafo ucraniano que habla ruso
Ni Vasili,
el ruso que habla ucraniano.
Somos todos
los dueños de la falsa moral del planeta
De una
territorialidad imposible hecha de un mapa innecesario
De cada
arma que hemos financiado con nuestros miedos.
Nuestro
oscuro respeto por la guerra
Esa idea
darwinista que nunca pronunciamos.
Demasiados
humanos en la tierra.
Que se
mueran los otros
Quedaran
los que puedan.
Comprar
sábanas en Ikea y que puedan ver las noticias sin inmutarse
De la
muerte de Pasha y Vasili por televisión.
Porque culpamos
a Putin y Zelensky
Pero los
que empachamos de pólvora a Rusia y a Ucrania
Fueron nuestras
angustias por el espacio
Por tener
flores de plástico y cadenas de supermercados.
Y ahora,
cuando corro con la sábana blanca por las rúas
empedradas
de Portugal
La gente
no me ve
La gente
no me escucha
Y aunque
diga
vou
a queimar no meio da praça
Todos han
puesto sus ojos en los ecran dispuestos en los cafés.
Y esta
guerra es solo el pedo de un arsenal empachado.
Cuando la
verdad haga su magnífica digestión de
treinta
años de armamentismo
Yo ya
estaré quemada en medio de una plaza
sin ningún
testigo.
Porque todos
estarán mirando en la televisión
Cómo se
quema su fidelidad a las fronteras y a los impuestos.
Julia Wong
La
tercera guerra lunar
Ediciones
Liliputienses
No hay comentarios:
Publicar un comentario