sábado, 14 de enero de 2023

PESCAR COBRE UN POEMA DE NATALIE DIAZ EN POEMA DE AMOR POSCOLONIAL

 

 

 

 

Pescar cobre

 

 

 

Mis hermanos tienen

una bala.

 

Mantienen su bala

atada a una correa brillante

como un látigo de sangre.

 

Mis hermanos llevan a su bala de paseo,

cojeando una grapa en el hueso

de la cadera.

 

La bala de mis hermanos

es un cerebrito en matemáticas, toda geometría,

a lo lejos es sólo una abeja

y su picadura. Como una abeja

deberías verla construir un panal

masticando agujeros

en lo dulce.

 

Mis hermanos pierden

su bala todo el tiempo

cuando se les escapa,

su bala deja un hueco.

 

Mis hermanos buscan en sus casas,

en sus cuerpos, a la bala

y gime un pequeño fantasma rojo.

 

Al fin, hermanos la llaman en voz alta,

Ven aquí, bala, ven

su bala llega corriendo, zumbando.

Su bala siempre viene

de regreso. Cuando su bala vuelve,

su bala

deja un hueco.

 

Mis hermanos son demasiado lentos

para su bala,

porque ella siempre va de prisa

y quiere sacar ventaja.

 

La bala de mis hermanos está vestida

para la alfombra roja

con una chamarra de cobre.

Mis hermanos le dicen a su bala,

Cuidado, no vayas a lastimar a alguien,

tan vestida y alborotada.

 

Mis hermanos besan a su bala

en un callejón oscuro, frente

a la máquina de hielo de la esquina,

en el asiento de copiloto de su auto,

en una pista de baile estroboscópica.

La bala de mis hermanos

los besa de vuelta.

 

Mis hermanos se rompen y le bailan

a su bala la sacudida

el meneo de su pierna. Ellos, para su bala,

perrean hasta el suelo,

hasta contorsionarse ahí

tirados en el piso.

El gusano, lo llaman mis hermanos.

Mis hermanos se agusanan hasta el fondo

para su bala.

 

La bala de mis hermanos está registrada,

es una bala de letras tiene un CNP,

un CIB*, un HB, si tiene suerte,

un PM, si no Triple 9, un ONR,

una DOA.

 

Mis hermanos nunca traicionan a su bala

llamando a la policía sino que juran

lealtad a su bala

con la mano sobre sus corazones

y sus estómagos y sus gargantas.

 

Mis hermanos dicen que morirían

por su bala. Si mis hermanos murieran,

su bala estaría perdida.

Si mis hermanos murieran,

para empezar no habría bala

la bala es para hermanos vivos.

 

Mis hermanos alimentan su bala

como los toros alimentaban a Zeus

quemándose en la pira, sus

fémures bien envueltos en grasa.

Mis hermanos se ponen de rodillas, se inclinan

sobre el asfalto, quedan postrados

en el cemento ante su bala.

 

Tampoco llegaríamos al extremo

de llamar a nuestra bala

un profeta, dicen mis hermanos.

Pero la bala de mis hermanos

está siempre encendida como una iglesia en la noche.

Los vuelve sagrados.

 

Podrías decir que la bala de mis hermanos

los purifica, así como las hormigas rojas

limpian el recipiente blanco y vacío

de la cuenca ocular de un coyote.

Sí, la bala de mis hermanos

los limpia, los prepara y los hace

para Dios.

 

 

* CIB es el acrónimo de Certificate de Indian Blood, o Certificado de Sangre India.

 

 

 

Natalie Diaz

Poema de amor poscolonial

 

Traducción de Elisa Díaz Castelo

 

Vaso roto poesía


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