lunes, 30 de enero de 2023

CANTO NOVENO DE ANTI-FOLK DE ADRIÁN BERNAL

 

 

 

 

CANTO NOVENO

 

 

 

Hay un lugar llamado carrer Dante Alighieri

en el Carmel; la más alta de las colinas

de Barcelona, Roma de occidente, es ahora

un monte derrumbado: insólita atalaya,

panorama del fraude, pasaje al círculo último

del inframundo, la sed que agrieta / la lengua.

Se hundió la ciudad bajo nuestros pies, no hundimos,

como colapsa un bloque de viviendas baratas

o la fibra de amianto deshace pulmones,

y nos acostumbramos a vagar por nocturnas

galerías, al cobre que late en las encías

con cada bocanada Go straight to hell, boys;

es en las galeras, en las plantaciones,

donde la canción nace y la conspiración

adquiere esta apariencia de jerga incomprensible.

Nos apropiamos de las herramientas del amo,

como de las armónicas el nieto de esclavos,

para enmascarar en el blues la hierba súbita

de los pedernales; sus herramientas

no desmantelaron la casa del amo,

aunque sí derruyeron nuestras casas

(se hundió la ciudad bajo nuestros pies,

como colapsa un bloque de viviendas baratas

o la fibra de amianto deshace los pulmones;

la catástrofe solo es el acto final

de una tragedia hace tiempo consumada).

¿Desmantelaremos la casa del amo?

Nuestra fe permanece intacta; en el infierno

hay un lugar llamado carrer Dante Alighieri:

Straight to hell, boy / Go straight to hell.

 

 

 

Un barrio en la periferia de la ciudad. Una casa inundada de luz. Los muebles, escasos, conservan en su perfil la camaradería de los escombros; hay en las astillas reminiscencias del árbol: una incierta intemperie, un éxodo de biblioteca amenazada, un inventario de los itinerarios del desarraigo. Los cables encuadran el vuelo de los mirlos; el alambre los extremos de la desposesión. Los altavoces amplifican los ecos de la desindustrialización, la reverberación del napalm, el canto del cisne de los Clash (Wanna join in a chorus…?): Joe Strummer, John Graham Mellor, la voz que clama en el desierto, todavía no ha visitado Granada cuando el grupo graba Combat Rock, pero ya ha leído a Lorca y conoce los caminos y comprende la parábola asimétrica de los fusilamientos, el desasosiego de las cunetas me entra frío por los ojos, las traiciones innumerables que han sufrido quienes aún cantan en la frontera.

 

 

 

Adrián Bernal

Anti-folk

 

La Garúa Libros


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