BIDUEIRO
man busca pluma no aire
a pluma que levaba a nai na
cabeza
a pluma para pesar o corazón
na balanza
foi mirando para un bidueiro
vía nel unha escada
mirando mirando
o pai
cousa tan desesperada de
elevación
non se vira nunca
escada tocando o ceo
árbore toda a vida medrando
para negalo
nome do monte cheo de follas
fillo pensando que o vai
cortar
que vai haber que levalo para
a casa
e o que non falaba
o tío troupeleando
cortárono
degallárano
despois cárgalo
ilo erguendo ó ombreiro
moito camiño
pasando reboleiras
pasando toxeiras
un polo pé
outro pola cabeza
e outro polo medio
pasando poulas
pasando agros
o fillo detrás
tiña man da parte máis grosa
do pé
pai no medio
e o tío didiante co cima
pasar a ponticela
a ponte que adelgazas
coa voz máis delgada coa que
podes pronunciar a palabra
nada
pasar os soutos
xa se vía a aldea e o mudo
tirouno
iría rebentado
mancaba o peso
e por mal sitio
o pau tería quince metros
e o fillo quince anos
o mudo tirouno
aínda está hoxe na aira
case comido do caruncho
nunca se fixo a escada
marcharan para Suíza
e o mudo para o hospital
non volveu nunca
o bidueiro
o mudo
todo o que segue a dar señas
o fillo entre Anubis e Osiris
pensando nas almas dos mortos
o pai aínda se vai
desvalixindo
―――――――――――
ABEDUL
mano
busca pluma en el aire
la
pluma que la madre llevaba en la cabeza
la
pluma para pesar el corazón en la balanza
fue
mirando un abedul
veía en
él una escalera
mirando
mirando
el padre
una
cosa tan desesperada de elevación
no se
había visto nunca
escalera
tocando el cielo
árbol
toda la vida creciendo para negarlo
nombre
del monte lleno de hojas
hijo
pensando que lo va a cortar
que
habrá que llevarlo para casa
y el
que no hablaba
el tío
chacoloteando
lo
cortaron
lo
podaron
después
cargarlo
ir
subiéndolo al hombro
mucho
camino
pasando
carballedas
pasando
tojales
uno por
el pie
otro
por la cabeza
y otro
por el medio
pasando
eriazos
pasando
labrantíos
el hijo
detrás
la mano
la tenía en la parte más gruesa
del pie
padre
en el medio
y el
tío por delante con la cima
cruzar
el puentecillo
el
puente que adelgazas
con la
voz más delgada con la que
puedes
pronunciar la palabra nada
pasar
los castañales
ya se
veía el pueblo y el mudo lo tiró
iría
reventado
hacía
daño el peso
y por
mal sitio
el
tronco tendría quince metros
y el
hijo quince años
el mudo
lo tiró
aún hoy
está en la era
casi
comido de carcoma
nunca
se hizo la escalera
se
fueron para Suiza
y el
mudo al hospital
no
volvió nunca
al abedul
el mudo
todo lo
que aún da señales
el hijo
entre Anubis y Osiris
pensando
en las almas de los muertos
el
padre todavía se sigue defendiendo
Emilio
Araúxo
Tal vez
sí
Traducción
de Claudia González Caparrós
Prólogo
de Ignacio Castro Rey
Kriller71
ediciones
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