ODA A
LA AMISTAD
Bienestar,
esa es la realidad, y no la idea demasiado
abstracta
de la felicidad.
Sentarme
al atardecer al pie del Espantapájaros, a
lo
lejos deje de dar
vueltas
el catavientos,
haya
amistad
(distributiva)
entre
Semillas
de cebada
(actividad
razonada)
Y los
gorriones.
Y tener
un vientre equino (rumiante) poder digerir
el heno
y la fajina.
El
rascón avanza por el espigón, piedras
asimétricas,
atrás el
diente
de perro
penetra
la bahía: se
conoce
que el pájaro
husmea
la presencia
de una
mancha de
pejerreyes,
llegan en
son de
paz, treguas
del
hambre y su
saciedad:
pactar,
concluir
con los
mandatos
ineludibles
de la
Naturaleza,
demasiado
se semejan
a las
órdenes de Dios,
sus
ordenanzas: el león
y el
cordero duermen
abrazados,
vías de
agua y
vías de fuego
por
senderos paralelos
con sus
funciones
inalteradas,
nazca
de la
liebre y el halcón
la
Quimera.
En
tardes de otoño se cierne la primera nevada
del
año, un resplandor:
la
madre supera la
presencia
de la harina
tamizada,
el pulso es
perfecto,
en el harnero
entre
sus manos: la
artesa
al horno, agua
y fuego
compaginan,
a la
mesa el gorrión
y el
cordero riendo
pellizcan
el pico de
un pan.
José
Kozer
Imago
Mundi I
Ay del seis Poesía
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