NEVABA en Madrid.
La mujer
y el hombre
conversaban
agitados
en el
balcón de enfrente.
El olor
de los boquerones fritos.
Pegados
como estaban
aquellos
apartamentos,
la
sintonía del telediario
en la
televisión de al lado,
discusiones
sobre vender
y
comprar algo mejor,
en
Guardamar,
sin ir
más lejos.
Frases sueltas,
relámpagos
de luz.
Sudor.
Las manos
enguantadas.
Apoyada
en la farola
intentas
controlar la respiración.
Aquella
mujer
en el
balcón de enfrente,
segundos
antes de lanzarse al vacío.
Tus padres,
sus
gritos durante horas.
Los tirones
para que entraras sin protestar
en el Citroën
ocho
en
medio de un río de lágrimas.
Los «deja
de llorar»
del
último día que viste a tu padre.
Allí,
entre Alcalá y Gran Vía,
la
mañana de la última nevada.
Lara López
Insectos
papeles
mínimos ediciones
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