martes, 6 de octubre de 2020

CIUDAD DE LA COSTA UN POEMA DE LA CASA DE LA CIÉNAGA DE SU XIAOXIAO

 

 

 

ciudad de la costa

 

 

 

me trajo un autobús sucio y lento a la ciudad de la costa

brillaba

pálidamente engastada en un aire azul medio brumoso

la envolvía la oscura respiración del animal marino

 

durante días perdí el nombre

 

una habitación en la penumbra

apenas ventilada olía a furor extenuado me entristecía tanto

el sol repleto de súplicas

vertiendo cuchillos en el desierto de arena

esa costa vacía que recorren incansables los pájaros blancos

de la muerte

 

sola como un faro en el centro de la habitación

una calentura de niebla me reseca la garganta

y tiemblo

de las paredes se desprende la humedad en pétalos enormes

se amontan en charcos de agua fría sobre el suelo que cruje

al medio día me despierta el febril goteo del óxido

me encojo tengo sed casi no recuerdo nada pero siento el corazón

rebosante de cal

he seguido el rastro noches enteras el penetrante

olor a orina en las esquinas y la luminosa cinta de la música

entre los cuerpos

todos tienen el mismo rostro

y los ojos borrados chillan eufóricos bailan

los inmortales aún tan jóvenes tan demacrados y radiantes

creo que voy a reventar de amor sólo alcanzo a ver

sus bocas dulces abrasadas por el fuego transparente

del alcohol

 

 

 

Su Xiaoxiao

La casa de la ciénaga

 

Ártese quien pueda Ediciones


 

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