Poesía
tierra en la tierra
llaga en la lengua
¿qué busco allí abajo?
más abajo
¿qué busco?
¿la materia? ¿el origen?
¿qué nombre viene de ti con ese
hálito asesino?
padre Cesar
padre Adán
padre Westphalen
todos en el vacío del otro
en la humedad del único grito
que late en su centro
sin embargo
el mismo barro imposible que se seca
como el hedor de un sol eterno
que cava su calor
apretado en mi frente
poesía
yeso quebrado
cera que se alarga
cuatro estaciones vienes lanzadas
desde el cielo
sin lluvia
fuego en las raíces de la tierra
la eternidad
el canto
y
el eructo
en la panza del cuervo
como el frescor que nos hela
en el acantilado
de un último sueño
poesía
ejercicio que no entiende
la lengua de los hombres
carne que se pierde
en el calor de otros días
y forma la necesidad
el grávido afán
de perderse conmigo
y guardarse con prisa en la noche
para fluir
como viejo cauce
engullido por la tierra
con miles de velocidades y piernas
que corren por las calles
y acequias
aceite que arde en los malecones
en las hojas de los árboles
y en la mano del hombre
que coge la sombra de la muchacha y
baila
sin ropa
ni fracaso
sobre sí mismo
y sus extremidades
sobe la estela
de un dardo clavado en la
ingle
laberinto que no para de
crecer
¿como ser la gravedad
en el cero y el veneno
en la punta de la flecha?
¿cómo renunciar a ser
el sonido áspero que flamea
proféticamente
y finge levitar sobre la lluvia
para no ensuciarse
para construir
la huella de lo que nos es
desconocido?
detenerlo todo
comprender mi viaje
darle tiempo
al fuego
al espacio
al día
hora
al rumbo
de las turbias aguas por las que
discurre
el polvo de este viaje
interminable
Mario Pera
Y habrá fuego cayendo a nuestro
alrededor
Amargord Ediciones
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