jueves, 18 de octubre de 2018

EN LA SIEN UN POEMA DE ELISA RUEDA




EN LA SIEN

Papaver amapola


En el antiguo cementerio hay muertos que aguardan verdades.
A los fusilados se les olvidaba en una fosa,
                        —nadie sabe aún cómo su compañera lo consiguió
pero a él, su familia pudo rezarle
en aquel nicho de la quinta altura.
El cráneo trepanado en un lateral se deshacía en polvo.

En el antiguo cementerio hay muertos que aguardan verdades.
Aunque sean verdades piadosas,
como la del sepulturero
que limpiando el nicho de la quinta altura,
abrió el sudario y aseguraba a la anciana que preguntaba
por los huesos del padre,
que el tiro fue en el pecho.

II

Descifro las coordenadas del verano:
amarillo de los campos de trigo
y una carretera.
Las amapolas, condenadas a las cunetas,
reivindican su condición de dueñas del paisaje
y refulgen en pequeños grupos para no ser olvidadas.

Cualquier carretera en verano parece llevarte a la libertad.

Campos recién segados
y cunetas olvidadas
descifran las coordenadas de la muerte.

Quiere la amapola prestar su color
a una memoria teñida de rojo.


Elisa Rueda
Tentación botánica

Fundación Valparaíso


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