UNO DE MARZ0
El ángel de las playas desnudo
frente al agua recibe
los ladrillos antiguos ahora
cantos naranjas imposibles
en el muro derruido,
recoge las cuentas de vidrio
que fueron jarrones y botellas
y hace con los hilos rojos
de las algas collares de silencio.
El ángel de las playas habla
como las olas, como el aire
en las arenas, toca
su miembro inexistente
en un gesto copiado a los bañistas
y así se enfrenta al mar.
El ángel de las playas calla
el significado de la vida
y de su consiguiente muerte,
baja la mirada, y corre
despreocupado tras los palos
que lanzan a los perros,
hurtándoles su juego.
La sangre en sus manos
son las algas que le abrazan
al retirarse el agua del mar.
Pablo Müller
Lorazepan – en construcción
No hay comentarios:
Publicar un comentario