EL NOMBRE DE MI PEZ
a mi pez le puse el nombre de una mañana
hace dos décadas el cielo aún era oscuro
me despertó el grito de alguien
que advertía un incendio
no recuerdo las cenizas sí el aleteo
de las llamas toda la ciudad
se convirtió en antorcha
de mis pertenencias sobrevivieron
el ánimo por caminatas inútiles
dar con países extraños
callar en lenguas
¿qué puerto espera y olvida
su armadura de plata?
¿en cuántos buques hundidos
habrá sido feliz?
¿sabe que existe un vacío nombrado
tierra firme?
hoy mi pez nada en círculos
como si fuera un perseguidor
o un perseguido todos los días
lo observo a la misma
hora detrás del vidrio
en esta tienda de acuario
antes de volver al día siguiente
Jorge Orlando Correa
Primeros y últimos instantes de una mañana
Ediciones Liliputienses
No hay comentarios:
Publicar un comentario