martes, 4 de marzo de 2025

8 DE ROXANA POPELKA EN EL LIBRO DE LOS EMBALSES

 




8.


Se entraba a trabajar normalmente a las ocho.

Llegaban como si fuera una expedición.


Llena de indicaciones


De Andalucía, de Extremadura,

también de la parte de Galicia.


se agrieta la casa:

el norte el sur,


Y venían de los pueblos cercanos.


así que prepara el anhelo

plagado de carretillas.


En esos tiempos escaseaba el trabajo.


No es ningún niño que espera

sentado a la mesa de la cocina.


Los de Andalucía, cuando veían esas peñas, se asustaban,

ya querían volver a marchar.


La gente no quiere marchar de las casas.


Que se haga de noche, grita


Dicen que aquello no va a aguantar.

A este río le llamaban el río Grande.


y cava una cueva

en un santiamén.


Y no había quien lo parara

ellos creían que se podía hacer eso,


La rapidez del enyesado

feliz los objetos,

la palanca,


pero nada de eso y después veían que no salía

y les llegaba el agua,

y ya no había solución.


y los domingos mercado

incluso antes de tomarse

un caldo.


Y unos marcharon pa un lao

y otros pa otro,

y así fue todo.


El primer accidente,

era un capataz.


El guardapolvo

va cosido de arriba abajo

el guardapolvo.


Esto fue abriendo la carretera de coronación

de la cantera de Sueiro.


Comparte ese tipo de

tela (¿tan especial?) un material

invisible.


Era una voladura.

Y después de la voladura

él fue a ver cómo había quedao.

Pisó una piedra

que estaba haciendo balancín.


Y así naufraga

por el puerto de Navia,

a fin de cuentas,

bucea

lo necesario.


Al pisar aquella piedra basculó


Ves, no todos saben nadar.


y el bajó toda la escombrera.

Murió en el acto,

lo vi sacarlo con una camilla.



No estábamos preparaos de aquella

pa tanta maquinaria.


Espera abajo.

¿Lo conocen

por su nombre?


Yo vine pa qui en junio del 46.

Empecé a trabajar en agosto

y seguí trabajando todo el Salto.


Se titula divergencias

de ahí que aparezca equipado

con una permanente ideología

de los últimos treinta años.


Y después me quedé ahí

y me casé,

y aquí sigo funcionando.

Y aquí moriré si no me llevan pa otro sitio,

Vamos.




Roxana Popelka

El libro de los embalses


La Única Puerta a la Izquierda LUPI


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