MANDAMIENTO
Amar a
cada uno por su nombre
en un
idioma impar, íntimo código
en el
que cada sílaba sea un mimo.
Amar a
cada cual por la manera
intrépida
o celosa de apretar
el paso
en la borrasca y por el cúmulo
de
discapacidades que lo azoran.
Amar a
cada prójimo en su fe
por la
ráfaga débil que lo surca,
por sus
contradicciones, sus bostezos
y el
temblor de sus piernas entumidas.
Amar a
contrapelo, amar a ciegas,
celebrar
que tendemos hacia el otro
el
pulso, sin que nadie nos lo mande.
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Aunque las moscas entren / nunca tengas la
boca cerrada
MANUEL PACHECO
COMPAÑERO
ENEMIGO
Compañero
enemigo, nos convocan
los
bárbaros tambores, las sirenas
leprosas
de la guerra, el olor acre
que
reclama genética venganza.
Desobedeceremos,
cruzaremos
los
cuchillos delante de la lumbre
en la
tierra de nadie, que es mi tierra,
nuestra
tierra sin planos ni alambradas.
Y allí
compartiremos el arroz
y la
perplejidad de estar tan vivos
entre
tanto cadáver contagioso.
Compañero
enemigo, no te mueras,
ni me
mates, no huyas, ni te rindas
que tenemos que hablar de muchas cosas.
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FE EN
LA ERRATA
Las
flechas desviadas, al final,
aciertan
otro blanco;
las
derivas desvelan continentes;
alguien
huele y adopta
las
cartas sin remite.
Cada
desliz da cuerda,
cada
gazapo prende.
El día
que acudí
al
sitio equivocado, a la hora impropia,
allí
estaba esperándome
la
muchacha más linda
de este
baile de locos en desahucio.
Juan
Antonio Bermúdez
Compañero
enemigo
Poesía
en resistencia
Libros
de la herida
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