miércoles, 9 de febrero de 2022

CENIZAS UN POEMAS DE MATERIALES INESTABLES DE SANTIAGO RODAS

 


 

 

 

Cenizas

 

En la región de Juan Frío

en el municipio de Villa del Rosario

a orillas de río Táchira

construyeron un horno crematorio

para desaparecer cadáveres

producidos en Cúcuta y los Llanos.

 

Las prácticas de antes eran más

rudimentarias:

quemaban los cuerpos en cualquier parte

con llantas de camiones,

pero en el monte

quedaban pedazos de la gente

que la Fiscalía podría reconocer.

 

“Yo recibo órdenes, de políticos y

militares

para no aumentar las cifras

de homicidios del país”

 

Explica en una audiencia Armando

Rafael Mejía, alias Hernán.

 

El horno lo pensó Carlos Castaño y lo

concretó un hombre apodado Gonzalo.

 

Pregunta la Fiscalía: “¿Y los

restos que no se incineraban,

como la mandíbula, los dientes o las

prótesis?”

 

Respuesta de alias Hernán: “Se

quemaba totalmente todo. Doctor,

a eso se le echaban un balde o tres

de agua y

eso se volvía nada”.

“Pero yo no me ponía a mirar

porque eso es duro, doctor,

eso de incinerar y desaparecer

gente” Continúa con su testimonio.

 

Ya no necesitaban llantas,

tenían nuevas y más eficientes técnicas,

una infraestructura,

para no dejar pistas,

para que en vez de cuerpos

no hubiese nada.

 

Sin embargo, después de cada quemazón

casi siempre quedaba un polvillo negro

que ya no se calcinaba más.

 

Se procedía, entonces, a

enterrar las cenizas cerca de los árboles

que después de un tiempo

florecían

o daban frutos dulces y sabrosos.

 

 

 

Santiago Rodas

Materiales inestables

 

Ediciones Liliputienses


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