QUERÍA SER LA NOVIA
de un mafioso
que me mandara a proteger,
que le encargara
a sus amigos
que pasen a verme
y después le cuenten.
Le hubiera escrito
Querido Michael
Sigo viva
nunca me enfermé
ni me quebré
ni me operaron
no hay de qué preocuparse
teniéndome a mí
de novia.
Él iba a estar haciendo lo suyo,
como mi padre
que nunca supe qué podía estar haciendo
pero sin embargo me enteraba
por los diarios
de sus estafas,
o por la mamá de Romina
que me contaba
cómo se le había caído
a pedazos el techo de su casa
después que le pagó a él por el arreglo,
o un vecino me subía a un auto
para asustarme por haber robado una rosa
del jardín
y se reía de mi apellido.
Gabriela
Luzzi
Warnes
Ediciones
Liliputienses
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