viernes, 14 de agosto de 2020

DON Y OFICIO UN POEMA DE BELLO ES EL RIESGO DE MARCELA DUQUE


 

 

 

DON Y OFICIO

 

 

 

Es bueno que se te resistan las palabras,

que no sean acuarela sino mármol,

obra de cantería.

Que tengas que percutirlas con escodas,

esperar a escuchar el ritmo en tus oídos

y volver, con más empeño, a dar el golpe.

Que sientas el rigor de trabajar

en las entrañas recónditas

del universo,

donde yace la pieza que deseas.

Tu trabajo es, entonces, desbastar, pulir, lijar

hasta que el roce con la piedra

te abra heridas.

Cuando tengas que empezar el acabado,

la finura de los últimos detalles,

recordarás que también con un buril

se grabaron las primeras formas de escritura.

Es bueno que te canses,

que se te ponga tozuda la materia

y a veces sufras

la monotonía de labrar en vano.

Así cuando el poema, ligero, emprenda el vuelo

y lo veas palpitar, sabrás que en él

está presente un soplo que no vino

de la sola pericia de tus manos.

 

 

 

Marcela Duque

Bello es el riesgo

 

Adonáis

 

Ediciones Rialp


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