martes, 18 de agosto de 2020

EPÍLOGO DE UN PARAÍSO DE ORINES DE GSÚS BONILLA


 

 

 

epílogo

En las mesas de las Prestaciones Sociales los floreros encierran Lavándulas angustifolias. Las Lavándulas angustifolias son las Lavandas que todo el mundo conoce, es el espliego, por si no lo sabías, que languidece en las poesías estériles.

Quienes todavía mantienen los ojos abiertos, frente a los funcionarios de turno, deducen de los floreros el polímero de carbono y el acrílico sin vida que intenta alegrar, de alguna manera, las estancias en los tanatorios.

Por si no lo sabías, un tanatorio se parece mucho a una Oficina de Empleo, porque adentro de ella se llora también y se cuentan anécdotas de cuando eras un vivo.

Pero es el espíritu nuevo de los emprendedores el que recuerda carreras y juegos por los campos morados, de donde te llega el aroma inconfundible del infinito, que huele como a silvestre y repele polillas, pulgas y moscas.

Todo el mundo lo sabe, una planta de plástico siempre es un bálsamo cuando es barata y huele genial, porque la poliamida, se llame Lavándula o Leonor de Borbón, aunque tú no lo creas, huele genial.

En el universo de las saponinas los cumarinos escalan por la nariz y los taninos tocan laudes metálicos, suenan como el rayo y el trueno, sin embargo, no llega a media mañana cuando las gestiones expiran y las paradas, contrariadas, atraviesan las puertas.

Por si no lo sabías, pronto recibirán una carta en sus domicilios particulares, con el membrete del Ministerio de Empleo y de la Seguridad Social, donde está impresa la resolución con la aprobación, el periodo reconocido y las cuantías iniciales… Según las últimas epístolas, hoy para ser hija del petróleo hay que reprimir los sueños, lo que implica, por si no lo sabías, poetas muy preocupados, por temor a que caiga la banca y los intereses se eleven, por la inestabilidad de la bolsa, por lo que importa una vida.

El amor de un Gobierno hacia sus desposeídos y vulnerables hoy asciende a catorce con treinta y cuatro euros diarios, que son dos mil trescientas ochenta y seis pesetas al día.

 

 

 

Gsús Bonilla

Un paraíso de orines

 

Agita Vallecas


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