viernes, 14 de febrero de 2025

CAMALEÓN DE MÓNICA ALÍA



 

 

 

CAMALEÓN

 

 

 

El camaleón se despliega en alfombra.

El camaleón desenrosca la lengua felpudo.

El camaleón pone la huella

al charco que se abisma

al olor su talón poroso.

 

El camaleón traga veneno.

El camaleón succiona veneno.

Lo acoge, lo apresa, lo procesa,

lo integra.

 

El camaleón traga veneno.

Lo picotea, lo chupa,

lo roe.

Lo corroe.

 

El camaleón rearma un espacio

en la maraña de los intestinos.

 

 

El camaleón cambia colores.

El camaleón reconfigura la paleta

de su cuerpo.

El camaleón intercambia de lugar

los ojos.

El camaleón muda las córneas.

El camaleón no es un bobo Edipo.

No acepta extirpaciones ni huidas.

 

 

El camaleón asume heroísmos trasnochados,

entuertos ajenos,

mientras se ajusta

el accesorio de guantes blancos,

de buenos modales.

 

El camaleón aprieta las tuercas

de unas quijadas que ya no resisten

la adaptación al medio.

 

 

 

Mónica Alía

Camaleón

 

Epílogo de Ignacio Pablo Rico

 

Ediciones Contrabando


 

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