TODO es incomprensible. Quizá
todo es máscara de
una causa también
incomprensible.
Sería mejor permanecer en el interior de una inmensa mentira,
o en una visión destinada a ciegos o que únicamente se diese en
la profundidad de los espejos y no hubiera de ser comprendida
ni incomprendida,
o en una esfera imposible,
o en una profecía cuya virtud consistiera en no cumplirse.
Pero no:
Estás perdido y una y otra vez te encuentras contigo mismo, sólo
contigo mismo, y no sabes si vas a morir porque tampoco sabes
si has nacido.
No haber nacido. Sí, esta sería
la más cierta, la única
solución.
Pero no:
nos encontramos una y otra vez con nosotros mismos, sólo con
nosotros mismos, rodeados de combustibles y de animales sigi-
losos.
Si al menos fuese posible (lo he dicho alguna vez) una fraterni-
dad sin esperanza.
Pero no. Al parecer,
estamos obligados a existir, cansados de existir, ante un abismo
que no es un abismo sino nosotros mismos, nuestra oquedad
ante límites incisos en un muro blanco, en material de ausencia,
en la quietud de un instante que nos precede y sucede.
No lo entiendo.
Al parecer,
es imposible existir y también
no existir.
Qué sed de desvarío, qué sed.
Antonio Gamoneda
Esta luz
Poesía reunida
Volumen 2 (1995, 2005-2019)
Galaxia Gutenberg
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