Es el
terror de pronunciarte,
de
saberte lejana y a la vez
ligar
mi nombre al tuyo.
El
oficio de saberme muerte.
Saber
que soy
ajena
a la
nostalgia y el apego.
Cargarte
a mis espaldas
como
Anquises
saberme
destruida
frente
a ti.
Morir
tras arribar a puerto franco.
Saberme
destruida.
Saber
que me
aproximo
a tu
viaje al Hades
y saber
que no merezco que vuelvas tu rostro
que no
merezco
permanecer
ese instante
por el
que todo vale
Hasta
la muerte.
―――――――――――
desnuda
como estás
no sé
cómo empezar
a
amarte
Quiero
tomarte de la mano
tomar
contigo
la distancia entre tú
y
tú.
un nos
del que
nada supimos
para el
que no nos prepararon
para el
que no estoy
no
puedo
pronunciarme
―――――――――――
Porque
no naceréis
Os nombro.
No
naceréis.
No
naceréis del cisne o tindáridas
ni os
explicaré que en realidad tampoco sois esa
/constelación
gemela.
No.
Naceréis
otros.
Y
orbitaréis sin llegar a conocernos.
No
naceréis tampoco para que os cuente
por qué
la torpe idea de dos nombres fraticidas
(son
otros)
(los
mismos)
porque
la lucha se libra de este lado.
Y ya
han cerrado las apuestas.
―――――――――――
este
hospital es un templo
el
fulgor de la muerte
la
silla tu espalda
el
temblor de tus ojos el cristal la
caída
es un
derrumbe tenerte al otro lado:
así
lo
quise
El
sacrificio soy yo:
Pero
ningún dios
acoge /
la plegaria.
Sara J.
Trigueros
Arkhé
Editorial
Candaya
No hay comentarios:
Publicar un comentario