UN DESCONOCIDO habita en mí. Agoniza y, para agonizar,
utiliza mi corazón.
Pienso en mi padre enloquecido por la visión de frutos muy
frescos, pienso en el amor y en la morfina. No. No es mi padre.
Pero, entonces, ¿quién
agoniza en mí?
Cabe que yo mismo sea el desconocido y que mi corazón no sea
mío aunque yo ponga en él sus latidos. Cabe.
En realidad no hay problema. En cualquier caso, yo voy a ser,
ya estoy siendo,
huérfano de mí mismo.
Antonio Gamoneda
Esta luz
Poesía reunida
Volumen 2 (1995, 2005-2019)
Galaxia Gutenberg
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