RINCONES
DE OLVIDO
El
cuaderno usado,
el
vestido estrecho,
la
muñeca rota,
el libro
leído,
el disco
rayado,
el
zapato viejo,
la
vajilla ajada,
el
espejo mate,
el tapiz
raído...
Los
muros vomitan
cascotes
blancuzcos,
gimen
las cortinas
esparciendo
el polvo,
chirrían
los goznes
escupiendo
herrumbre
y
alumbran la estancia
(uno
frente al otro,
uno en
cada esquina)
dos
pálidos cirios:
Dos
velas que fueron
hogueras
antaño,
dos
vidas que fueron
una sola
vida,
dos
seres que fueron
dos
seres amados,
dos
almas que fueron
almas
compartidas...
Dos
sombras ausentes
y que un
día existieron
y que
ahora son sólo
rincones
de olvido.
Inma
Benitez
A todos
mis amores
Olifante.
Ediciones de Poesía.
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