sábado, 22 de diciembre de 2012

A LA NOCHE EL PASEO


Paseo a la noche, Noviembre de 2012 por Pablo Müller




«Hay que mirarlo todo y luego, si acaso, descansar.»
Inma Luna

 

El domingo a la tarde.
En noviembre junto al mar el día
se acaba demasiado pronto.
Cuando el día se acaba antes de tiempo
se encienden las farolas
y la respuesta suele ser una sombra convenida.
Las sombras conocen la lengua secreta
para traducir noche y perro,
cigarrillo y tristeza.
La tristeza hace ya tiempo que dejó de fumar.

 
Sin fumar puedo andar más rápido
y así llegar furtivo a la necesaria muerte.
Mientras
fotografío el domingo a la tarde.
Cuando imprimo la imagen no la reconozco.
Si recuerdo un azul y una calle
sale un ferrocarril y una lágrima.


Si recuerdo una mordaza y una ciudad

sale un río de carbón y de hierro.

A pesar de la noche,
tras los árboles jóvenes,
 

con el noroeste duro de los finales de otoño,

hay un trozo de mar.



En ese mar se queda la memoria de los naufragios.

Si recuerdo hermano y mujer

sale una madrugada y el arcén de una carretera vieja.
El domingo a la tarde se junta el minero viejo

y el panadero del primer pan del lunes.

Cuando termine de mirarlo todo
llegará el momento de descansar.




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