miércoles, 7 de febrero de 2024

GANANCIAS UN POEMA DE CRISTINA MORANO EN LA INSOLENCIA

 





GANANCIAS


Quede como el idiota en intenciones

de nube, y sean de aire mis ganancias.

Francisco Pino


Mi amiga Pura me ha llevado en coche

a pasear por las afueras,

aunque yo recordaba

toda esa zona como campo abierto,

ahora está urbanizada,

todo lleno de casas.


Pura dice que están ahí desde hace mucho,

mas también hace mucho que yo no vengo aquí,

no pensaba volver, sólo he dado un garbeo

en coche, como una turista.


Se han disparado algunos resortes del recuerdo

al ver raíles de tren en una cierta curva,

aquí se celebraban excursiones

en los días de San Isidro;

me acuerdo de las amapolas, de algunos rostros,

del viento atravesando la llanura

que es otra forma de decir océano,

un océano que también se pliega

a la mano lanzada hacia delante

dirigiendo el arpón.


Fuimos niñas tranquilas, guardábamos secretos,

jugábamos muy cerca del barrio en que nacimos,

teníamos que prepararnos

para lo que se avecinaba.


Por eso, hoy hemos ido al lugar donde jugábamos

en un coche muy viejo, haciendo mucho ruido,

burlando a los vecinos como entonces.


Al volver a la casa familiar,

las mujeres mayores me esperaban, hablando

de unos disfraces encontrados

en el baúl de los abuelos

cuando éramos pequeñas.


La tarde parecía recordarme lo que fui

y lo que he estado haciendo con mi vida:

la niña silenciosa que yo era

no pretendía el mérito,

ni la comodidad, ni tener cosas,

quería, simplemente, dejar aquella casa

enorme donde siempre hacía frío,

huir de los colegios, correr en los jardines.


Me reconozco en mi cuerpo

y me levanto de mi cuerpo.


El horizonte que mi voluntad

descubre no será menos feroz

que el llanto de la madre

o la casa cerrada a cal y canto.


No garantiza

una conciencia más ligera,

ni tampoco felicidad o calma.


Llamadme Ahab.




María Cristina Morano

La insolencia


Universidad Popular José Hierro


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