LUNA DE
ALAS EN EL CORAZÓN DE LA JUSTICIA
Hará un
frío de estatuas visibles
en mis
manos el silencio desgreñado
cielo
de multitud encogimientos de hombros
y yo
estaré a la puerta sentado
En su
lengua materna cuántos árboles
buscarán
salvación en la elocuencia del número
cuántos
cuartos vacíos gastarán sus espejos
en
luchar contra un pueblo desgarrador de nieblas
Los
látigos del corazón cercado de pájaros lúcidos
domarán
el poniente y sus lavas de estupor
un
cetro escondido será la medida única
pues yo
estaré a la puerta sentado
La
piedra tragará de nuevo todas las formas esenciales
el peso
muerto de un niño caerá rodando como un dado
y los errores
alojados en la cabeza que se desploma
harán
deprisa un yo de su palidez intensa
Descalzando
sus guijarros para mejor atravesar el hombre
las
diademas las rutas los ojos del esplendor
impulsarán
la apariencia de saber a cometer crímenes
mas yo
estaré a la puerta sentado
Cuando
un ser de plata saliendo de mi imagen de sombra
en
previsión de una duda de un quizás de un quién sabe
pesará
sin mirarla mi más hermosa tarde de otoño
en los
corazones deslumbrados de dos hermanas gemelas
Al
crecer una de ellas me pondrá de pie
(la
otra se desplomará a la puerta)
Juan
Larrea
Versión
Celeste
Edición
de Miguel Nieto
Traducción
de Gerardo Diego
Cátedra
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