ME
ENSEÑARON
Mi alma es esa casa de madera que arrastra el vendaval
Juan Carlos Mestre
Desde pequeña
me enseñaron
que debía
atesorar objetos
para
dejar herencia.
Me enseñaron
que si trabajas
es para
obtener beneficios
y
comprar la felicidad a plazos.
Mi
casa acaba de quemarse.
Me
enseñaron el camino recto
que
llevaba a la Iglesia los domingos.
Mi
casa acaba de quemarse.
Me
enseñaron que la apariencia
ayuda a
que te respeten
y por
eso yo llevaba vestiditos
que
eran la delicia de las madres.
Mi
casa acaba de quemarse.
Me
enseñaron que la familia es indisoluble
y los
hermanos son sagrados
aunque
te sangren.
Mi
casa acaba de quemarse.
Me
enseñaron a disimular el dolor
y las
mentiras,
a sonreír
puertas afuera
para
que todos envidiaran mi vida perfecta.
Mi
casa acaba de quemarse.
Me enseñaron
a callar
porque
sólo era una niña que siempre
tuvo
fantasías de cría inútil
y
absurda comunista.
Mi
casa acaba de quemarse.
Me
enseñaron a dejar de respirar
para
ahogar en el silencio a la belleza
y yo me
convertí en palabras sin sonido.
Mi
casa acaba de quemarse.
Ahora,
ante los escombros de la casa,
aprendo
a vivir de nuevo
y la libertad
nace de las cenizas.
Montserrat
Villar González
Sumergir
el sueño – Sulagar o soño
Lastura
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