domingo, 17 de diciembre de 2017

POESÍA CONTRACORRIENTE: OLALLA CASTRO, MARTA NAVARRO Y ANTONIO ORIHUELA








Una voz y su eco


Leer a las otras que, antes que tú,
leyeron a otras otras,
buscando la vez una voz y su eco.
Sacar una foto de familia y contestar
que, aunque nadie nos viera,
también tuvimos rostro.

¿Cómo nacer de un hueco, de un grito
que ya nadie recuerda?
¿Cómo nacer sin madres,
si alguien raspó hasta casi borrarlos
sus ojos y sus versos de la historia?
Por eso hubo que hurgar en la basura,
sin pararse a pensar
si fue por la repulsión o fue por el miedo
como acabaron allí tantos poemas.

Hace décadas que estamos excavando.
Con una larga pala, torcidas las espaldas,
somos esas que desentierran
lo que otros enterraron con esmero.
Para ser escritora,
tendrás que seguir con la espalda torcida.
Leer a las otras que, antes que tú,
leyeron a otras otras.
Y convertirte a la vez en voz y en eco.


Olalla Castro




El trigo de los rebeldes


¿Cómo recuerdas a tu padre?
Me preguntan una tarde llena de esquinas.
Lo primero que viene a mi memoria es su voz.
Una voz como un pan
que derramaba trigo
sobre las palabras.
Después veo sus ojos de horizonte tranquilo,
rasgados por herencia,
pero también por la posguerra y la cárcel.
Aunque el mejor recuerdo era su sentido del humor,
nadie, ni siquiera la posguerra pudo arrebatárselo
tampoco la democracia llena de alquimistas ciegos.
Sí, yo recuerdo a mi padre
como un pan que derramaba trigo
sobre las palabras,
trigo bueno,
cálido,
el trigo de los rebeldes.


Marta Navarro




Después de Auschwitz


¿El salario, qué marca?

¿El dinero que es justo que recibamos
por nuestro trabajo,
o el dinero que es justo que recibamos
por nuestra complicidad?

El capitalismo gana carreras que no corre.


Antonio Orihuela


Poesía contracorriente – Editorial La Vorágine - Poemas (in) surgentes


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