MIEDO
Volvamos al miedo a la
sustracción.
Dicen que si vienen por nosotros
no nos daremos cuenta.
Dicen que si vienen por nosotros
no haré nada por ir a buscarlos.
Dicen que vendrán y cada uno
será llevado aparte.
Es como en la película del pez
payaso.
Es como en la película de la
niña que va a buscar a su mamá al
lado de un extraterrestre.
Es como en E.T. cuando mi papá
se quedó en el cine conmigo
mientras mi mamá se salió con
mi hermano a aliviarle el miedo.
Es como la vez que pensé que
ella no volvería.
Es como cuando me aterraba que
en alguna borrachera mi papá
fuera abducido por
extraterrestres y no volviera a verlo nunca.
Es como cuando después de
decirle a mi mamá que su vestido era
feo, ya no volvió a recogerme a
la escuela.
Es como el ave que se tuerce la
pata mientras vive una aventura
con un niño al que le dicen
Carterito y un anciano, y sus polluelos
lo graznan a lo lejos.
Es como en todos los lugares
donde la minería a cielo abierto crea
páramos desolados.
Es como en las unidades de
Infonavit y los caseríos que aún no
han terminado de pagarse y sólo
quedan cuartos vacíos.
Entiendo que es frío, que
aterra como cuando estiras la mano y
tocas una sustancia viscosa y
sucia en lugar de una mano cálida.
Entiendo que algo hay que hacer
en ese hueco. Que quizá valga la
pena transitar por ese miedo
juntos: recolectarlo: tomar muestras
del miedo y observarlas.
Abrazarlo hasta que se eche a dormir a
nuestro lado y duerma.
A escasos metros de tu cama hay
una luz y una suculenta.
En oxígeno, en enredadera, en
aire, en lobo: hay un lenguaje de
biomoléculas y encimas afuera y
adentro: respiraciones conjuntas
y sueños de células que
devienen en células:
células, siempre se trata de
células: de respiración, intercambios,
reproducción y diferenciación.
El animal descansa al lado de tu
cama.
Rebufa.
Me da la sensación de que sí
entraron todos.
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LENGUAJE
No hay ni lugar ni espacio en
que no anduviera
buscando un lenguaje hecho de
manos y viento y
nutrientes; en que no estuviera
investigando una forma
redonda y conveniente de
nutrirlos
de acompañarlos
de estar:
crecer en compañía.
Maricela Guerrero
El sueño de toda célula
Kriller71ediciones