LLEGA UN CARGAMENTO DE MANZANAS
DE GEORGE
WASHINGTON
BAJO UNA TORMENTA DE NIEVE
para
Steve Brown
Rosas
en la nieve
que me
sangran de los dedos ―me
he cortado con una botella rota de clarete―
y un
vago recuerdo,
de ayer
apenas,
de
todos los azafranes de primavera,
el azul
claro,
el
blanco,
la
genciana,
el
amarillo,
cuya
cabeza es mucho mayor que el cuerpo
porque
apenas tienen tallo;
se
mantienen así mucho más cerca del suelo,
por si
nieva en abril.
Debo de
haberme imaginado las rosas,
pero la
sangre no.
La
carne crujiente y blanca de las manzanas se revela en la mejilla colorada,
¿Y qué
ha pasado esta noche en la montaña Thunder?
El Rey
de España, al calor de la fogata,
pensaba
en salmones, en truchas,
mientras
el fuego se avivaba,
las
judías hervían en el pote
y la
nieve rodeaba también su abril.
Me
pregunto cómo llevar todo eso a mi vida:
rosas,
la
sangre de las rosas,
las
primeras flores de la primavera y,
en la
nieve de abril, el Rey de España, con su dorado jubón
y un
diente de oro, al calor de la fogata,
en los
bosques de América.
La
montaña Thunder.
Oigo
ese nombre a lo lejos
Y,
aunque no me revela nada,
suma
otra voz.
¿Y
dónde está George Washington en todo esto?
¿Comiéndose
una manzana en alguna parte?
¿Evitando
así
la
visita del médico?
Diane
Wakoski
Esperando
al Rey de España
Traducción
de Eduardo Moga
Bartleby
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