2
¿Qué
rata invisible,
venida
de las paredes de la noche,
mordisquea
la galleta láctea de la luna?
Mañana
por la mañana,
cuando
se haya marchado,
quedarán
marcas de dientes sangrantes.
Mañana
por la mañana,
quienes
se hayan embriagado toda la noche
y
quienes salgan de jugar,
al
mirar la luna,
balbucearán:
«¿De
quién son estos cinco duros
dando
vueltas en la mesa verde?»
«¡Ah!,
añadirá uno de ellos,
¡el
amigo lo perdió todo
y se
mató!»
Y se
reirán al unísono
y,
tambaleándose, se caerán.
La
luna, por su parte, ya no estará allí:
La rata
se la habrá llevado a su agujero.
3
La piel
de la vaca negra está tendida,
tendida
pero no puesta a secar,
tendida
en la sombra séptuple.
¿Pero
quién derribó a la vaca negra,
muerta
sin un mugido, muerta sin un bramido,
muerta
sin ser perseguida
por esa
pradera florida de estrellas?
Ahí la
tenéis yaciendo en mitad del cielo.
Tendida
está la piel
sobre
la caja de resonancia del viento
que
esculpen los espíritus del sueño.
Y el
tambor está listo
mientras
se coronan de gladiolos
los
cuernos del becerro liberado
que
brinca
y pace
en la yerba de las colinas.
Resonó,
y sus
conjuros se volverán sueños
hasta
el momento en que la vaca negra resucite,
blanca
y rosa,
ante un
río de luz.
17
El
vidriero negro
cuyas
pupilas sin nombre nadie ha visto jamás
y en
cuyos hombros nadie se ha alzado aún,
el
esclavo aquel recubierto de perlas de cristalería,
robusto
como Atlas
cargando
los siete cielos en la cabeza,
parece
que el río múltiple de las nubes se lo va a llevar,
el río
que ya moja su lamba.
Mil y
un pedazos de cristal
caen de
sus manos
pero
rebotan en su frente
herida
por las montañas
donde
nacen los vientos.
Y
asistes a su suplicio cotidiano
y a su
labor sin fin;
asustes
a su agonía fulminante
en
cuanto resuenan en las murallas del Este
las
conchas marinas;
pero ya
no experimentas piedad por él
y ni
recuerdas que su sufrimiento recomienza
cada
vez que naufraga el sol.
Jean-Joseph
Rabéarivelo
En
Antología de la nueva poesía negra y malgache en lengua francesa de Léopold
Sédar Senghor.
Traducción
y notas de Martha Asunción Alonso
Ultramarinos
editorial
—————————————————
«»
No hay comentarios:
Publicar un comentario